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San Rafael y el Ángel de la Guarda.

«De los Santos de la Iglesia

el que mas me gusta es San Rafael,

porque lleva el pez en la mano,

que es cosita de comer.»

Pero… ¿Porqué lleva el Arcángel Rafael el pez en la mano? ??

Esta coplilla que nos recitaba todos los días África, una de nuestras mayores del Centro de Participación Activa de San Pedro, pertenece a ese riquísimo patrimonio inmaterial que son los refranes o las coplillas que hoy día conservamos, y que unos usamos más que otros ??.

Esta coplilla hace referencia a uno de los atributos más conocidos del Custodio de nuestra ciudad, San Rafael o el Arcángel Rafael.

En este post veremos el hecho que motivó esta iconografía.

El Antiguo Testamento cuenta que Tobías de embarcó en un largo viaje en busca de esposa y que Dios envió a Rafael para que lo acompañara.

Tobías y el ángel. Vicente Carducho.
S. XVII.

Ambos iniciaron este viaje acompañados por un perro y cuando comenzó a anochecer decidieron acampar cerca del río Tigris. Tobías bajó al río para lavarse los pies pero fue sorprendido por un gran pez que saltó para morderle. Tobías gritó y el ángel le ordenó que atrapara el pez.

Tobías y el ángel. Eduardo Rosales.
1858-1863

Una vez que tuvieron al pez fuera del agua el ángel le dijo que le sacara la hiel, el hígado y el corazón y que los guardaran porque servían de remedio.

Tobías y el ángel. Jacopo Vignali.

A la mañana siguiente continuaron su viaje y Tobías se interesó por cuáles eran las enfermedades que curaban esas vísceras, a lo que el ángel le contestó que si una persona era poseída por un demonio o espíritu malo se quemarían el hígado y el corazón delante suya para que nunca más les volviesen a atacar, y si una persona padeciera cataratas, se le untaría la hiel en los ojos, se le soplaría y quedaría curada.

Paisaje con Tobías y el ángel. Claudio de Lorena.
1639-1640

Fue de esta forma, como se cuenta que Tobías consiguió alejar al demonio Asmodeo de su esposa Sara, la cual había perdido ya siete pretendientes por culpa del susodicho demonio, y como curó la ceguera de su padre Tobit.

Sara y Tobías. Pieter Lastman.
1611.
Tobías curando a su padre. Bernardo Strozzi.
1635.

De este relato hemos visto que nació el atributo de nuestro custodio, pero de aquí no solo surgió este tipo de iconografía.

La oración al Ángel de la Guarda es quizás una de las primeras oraciones que se enseñan a los niños que se cría en la fé católica, y es que es muy popular como santo protector de los infantes.

En sus representaciones aparece como un ángel que lleva de la mano a un niño pequeño.

Ángel de la Guarda o Tobías y el Ángel. Estéban Murillo.
1665-1666.

Se cree que esta iconografía fue tomada directamente de las representaciones en las que aparecía San Rafael acompañando a Tobías en su viaje. Y es que en repetidas ocasiones, a Tobías se le representa tan inocente y joven, que si en el cuadro no vemos al susodicho pez o al perrete, podemos dudar perfectamente de cuál sería la temática de la obra.

¡¡Felicidades a los Rafaeles y Rafaelas!! Que disfrutéis de nuestro día festivo cordobeses y cordobesas, sin olvidar la salud, lo más importante ahora.